Intervención foro de sociedad civil 52 AG – OEA: Juntos contra la desigualdad y la discriminación
Desde la Coalición de Organizaciones de Derechos Humanos de las Américas manifestamos nuestra preocupación por tres temas.
Primero, expresamos nuestra profunda preocupación por el continuo deterioro de la institucionalidad democrática en numerosos países, incluyendo el debilitamiento de la independencia judicial y de la separación de poderes, así como el hostigamiento y persecución a operadores de justicia y a la sociedad civil. Algunos de los países de mayor preocupación en este sentido son El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Venezuela. Igualmente, lamentamos la profundización de la militarización de la seguridad pública, como sucede en México, alejándose de los principios democráticos y de derechos humanos. Por otra parte, exigimos el respeto a la libertad de expresión en el contexto de manifestaciones pacíficas a lo largo del continente y condenamos el uso excesivo de la fuerza en este marco tal y como sucedió recientemente en Chile, Colombia, Ecuador y Cuba. Asimismo, instamos a supervisar que los procesos electorales de la región, como el que se ha dado en Brasil, se garanticen condiciones para elecciones libres, justas y transparentes.
Segundo, expresamos nuestra preocupación por la situación de personas defensoras de derechos humanos de diversos países, incluyendo, entre otras, defensoras del medioambiente, de derechos sexuales y reproductivos, de las mujeres, de la infancia, LGBTTTIQA+, operadores de justicia, líderes indígenas y afrodescendientes, y periodistas independientes, quienes continúan siendo víctimas de amenazas, agresiones, espionaje, criminalización, ataques, desplazamiento forzado, estigmatización y asesinatos. América Latina es la región con el mayor número de asesinatos a personas defensoras de derechos humanos. En el año 2021, 358 personas defensoras fueron asesinadas en la región. Frente a este contexto, exigimos que los Estados garanticen el derecho a defender derechos, que investiguen las amenazas y asesinatos a personas defensoras y adopten mecanismos adecuados para su protección.
Tercero, instamos a los Estados a reafirmar su compromiso con el funcionamiento efectivo del Sistema Interamericano de Derechos Humanos. Para el fortalecimiento del sistema de nominación y elecciones de cargos, instamos a los Estados a comprometerse a impulsar procesos internos de postulación que tomen en cuenta la paridad de género, sean transparentes y participativos. Ello requiere que los Estados nominen y voten a personas idóneas para integrar estos órganos. Es decir, las personas nominadas por los Estados deben cumplir con ser personas de alta calidad moral, reconocida versación en derechos humanos, que actúen con independencia e imparcialidad y aporten a la integración representativa, balanceada geográficamente y con paridad de género de los organismos del SIDH.
Finalmente, es necesario subrayar que no es posible lograr el objetivo de luchar contra la desigualdad y la discriminación que nos convoca esta Asamblea General si no se combaten y eliminan las prácticas que agravan las desigualdades históricas que caracterizan nuestra región y que se han visto amplificadas por la pandemia, la crisis económica global y la guerra. Es necesario que los Estados redoblen esfuerzos para lograr el respeto a los derechos humanos. Reiteramos que en cualquier discusión, las voces de los pueblos, de los grupos, de las víctimas y de la sociedad civil organizada deben ser escuchadas.